Existe un lugar mágico en el que el tiempo pareciera haberse detenido: Hacienda San Diego Tixcacal.

Aquí han sido erigidas asombrosas reproducciones a escala perfecta de dos joyas de la grandiosa cultura maya: El templo de las siete muñecas de Dzibilchaltún y el Arco de Piedra de Labná.

El esplendor de estos edificios convive armónicamente con el encanto de una típica hacienda henequenera de principios del siglo pasado, que ha sido completamente remozada hasta el más mínimo detalle y dotada de todos los servicios y comodidades.

No hay duda, Hacienda San Diego Tixcacal, es uno de esos lugares que hay que ver para creer que existen.

Además de un sitio obligado para visitar, San Diego Tixcacal es el marco perfecto para la celebración de todo tipo de eventos sociales, ya que conjuga todas las ventajas que buscan quienes quieren organizar un evento inolvidable en un lugar diferente: Inmejorable ubicación, hermosos escenarios, completa infraestructura con todas las comodidades y lo mejor de todo: Excelentes planes y tarifas de renta, flexibles a cualquier presupuesto.